SIMBOLOS ALQUIMICOS EN GALICIA (continuación)

 

Finalmente, la catedral de Santiago de Compostela, meta del peregrinaje durante siglos, lo que ha trascendido en la historia es que desde la reconquista cristiana de la península ibérica, pero yo creo que desde mucho antes. Por la configuración especial de estas tierras en el occidente de Europa, fin de las tierras conocidas durante siglos. Meta de los buscadores de la sabiduría, de la iniciación, para alquimistas, astrólogos, cabalistas, teurgos; yo cuando hice un trozo a mis 24 años sentí una conexión especial con las estrellas, como si me hablarán desde el espacio dándome las claves de cada vocal del abecedario para la vida cotidiana, su vibracion y alcance. Durante el Camino, te sientes volar, fuera de tu ubicación temporal, a múltiples dimensiones y temporalidades, cada ermita, cada paisaje, cada piedra, cada árbol te habla de mil historias que pasaron por allí si vas con la conciencia atenta, los cuales te van hablando de tu misma vida, tus traumas, tus fantasmas y tus verdaderas metas. La antigua búsqueda espiritual fuera de los límites del Si mismo se fusionó durante la Edad Media con el cristianismo, por eso es un Camino esencial en la búsqueda de la verdad.

El mismo nombre de Compostela (Campus Stellae, campo de la estrella) ya lo dice todo. Es el lugar donde se une Cielo y Tierra, donde lo de arriba y lo de abajo se unen en una sola cosa, antiguamente guardado por Druidas. Está imagen aparece en las Doce llaves de la Filosofía de Basilio Valentín, es el paso de muerte a vida, de Saturno a Jupiter, donde desaparece la oscuridad y renaces a una nueva luz, donde las privaciones y sacrificios del Camino de la vida cesan, para darse cuenta de lo banal e ilusorio de la vida que desaparece para darte la llave de la verdadera vida, si estás atento se te revela lo que tiene que revelarte, porque aquí está la morada del Espíritu, allá donde los muertos resucitan, fuera de los peligros del Camino y de la misma vida. Camino iniciático por excelencia, es un resumen del Camino de tu misma vida, donde se terminan los espejos y te reencuentras con lo que realmente eres y lo que tienes que hacer.

De nuevo la cruz encerrada en un circulo, el tetrakel en las infinitas revoluciones de la vida y en la Gran Obra de los Sabios. Los cuatro elementos, la dualidad, el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin, el Sol y la Luna en la Obra de los sabios, qué están contenidas en ti mismo, en tu Quintaesencia, el circulo con el punto central aunque pueda dar muchas vueltas.

El Árbol de la Vida que está en el medio del Paraíso que sale del atanor Hermético, y el caduceo con los dos leones enfrentados; quién comprende estos símbolos ha purificado su alma y agarra el centro de Si mismo, el corazón y la conciencia han ocupado el centro y han traído esa coherencia interna para ser un digno Hijo de Dios, un intermediario entre el Cielo y la Tierra.

La Gran Obra coronada, el Adepto y su Obra son elevados por los angeles después de pasar por los siete astros, la Gran Obra del Sol y de la Luna sobre quién se ha trascendido y elevado a si mismo.

Todas estas cosas serán difíciles de entender por los vulgares y mediocres, pero los Sabios están atentos y entienden.